¡15 cosas que los hombres desearían poder decirles a las mujeres!

- Nunca dejamos a las mujeres con las que nos sentimos bien. E incluso a aquellas con las que antes nos sentíamos bien, no de inmediato.
- Entendemos sobre las mujeres la mitad de lo que nos gustaría. Pero el doble de lo que crees.
- La mayoría sabemos lavar. También planchar, quitar el polvo e incluso cocinar algo que nos guste. Por lo tanto, no necesitamos tanto la ayuda de las mujeres con las tareas del hogar como para tener que soportar quejas y faltas de respeto.
- No les tememos a las mujeres fuertes. Simplemente no nos gustan, igual que a ti no te gustan los hombres débiles. Ambos tipos tienen defectos, así que se llevan bien: una pareja de una mujer fuerte y un hombre débil no es una rareza, sino un clásico.
- Si un hombre te parece débil, quizá simplemente no te quiera. ¡Sí, eso también pasa! Somos capaces de inflar la cola como un pavo real y de caer en hibernación, según la situación.
- Los pensamientos de tu amigo sobre el destino del mundo y la vanidad de la existencia deberían alertarte.
- Una chica que le grita a un camarero no nos inspira respeto. Solo decepción que raya en el asco.
- A veces sabemos lo que hacemos. Incluso cuando no quieres admitirlo.
- Podemos cumplir todos tus caprichos sin quejarnos y durante mucho tiempo. Pero a veces es solo curiosidad: ¿hasta dónde puedes llegar con tu egoísmo? Las conclusiones organizacionales suelen depender de los resultados.
- Hay aproximadamente tres mil millones de mujeres en el mundo. Y entre ellas hay muchas más mujeres hermosas que hombres inteligentes y exitosos. Lo recordamos cuando se nos exige demasiado y se nos da muy poco.
- No todas consideramos la gordura femenina una desventaja. A medida que envejecemos, este tema nos preocupa cada vez menos.
- Cada uno de nosotros valora la accesibilidad en las mujeres sobre todo. Pero solo si esta accesibilidad es solo para él. Perdónennos por esta paradoja.
- Si alguno de nosotros lleva a una chica a un restaurante, no significa nada. Igual que las sonrisas, las bromas y otros coqueteos ligeros no significan nada. Te miramos tanto como tú nos miras a nosotros.
- A veces también tenemos sexo contigo cuando no queremos. Solo para no ofender. Pero si decides acostarte con nosotros solo cuando lo creas necesario, podemos hacer lo mismo. Y el sexo será muy bueno, pero cada uno tiene sus gustos.
- No somos ciegos y nos fijamos en tus piernas sin depilar, tus raíces sin teñir y otras pequeñas cosas. Simplemente no nos importa si de verdad nos gustas.