Viaje gourmet a Polonia: prueba el bigos y la sopa zurek

¿Vas a Cracovia o Varsovia un fin de semana por negocios? No pierdas la oportunidad de conocer mejor la gastronomía polaca. Será especialmente popular entre los amantes de la carne: aquí la adoran y saben cocinarla.
Zurek
Polonia es conocida con razón como el país de las sopas. En Cracovia, por ejemplo, cada año se celebra un festival de sopas. La reina de las sopas polacas es el żurek. Este es un primer plato tradicional que se prepara en todas las regiones de Polonia.
El punto fuerte de esta sopa es el uso de una masa madre a base de harina de centeno. Se le añade salchicha cocida, huevo, verduras frescas y diversos condimentos. Al igual que la okroshka, el zurek es un plato ideal para un verano caluroso.
Además, el zurek es un plato muy contundente, así que es una excelente manera de refrescarse después de una larga caminata. La sopa está en el menú de cualquier cafetería polaca, y en algunos restaurantes auténticos, el zurek puede servirse en una hogaza de pan.
Bigos
Este plato se prepara en Ucrania, Rusia, Lituania y la República Checa, pero es en Polonia donde el bigos se trata con mayor reverencia. Cada ama de casa y cada cafetería polaca tiene su propia receta para prepararlo.
El clásico bigos polaco consiste en chucrut con carne, carnes ahumadas, champiñones y ciruelas pasas. El plato tiene una consistencia espesa y un sabor ligeramente ácido.
El bigos se considera un plato ideal para acompañar con vodka. Así que, si decides probar el aguardiente polaco, no olvides pedirlo como aperitivo.
Al ver este plato, incluso los vegetarianos más empedernidos sienten el deseo de probar la carne. En Polonia, el codillo de cerdo es un auténtico secreto. Lo llaman golonka o codillo.
La golonka tiene un sabor especialmente picante en cerveza. Primero se hierve, luego se hornea, rociándola constantemente con cerveza. El resultado es una corteza crujiente y fragante, bajo la cual se esconde una pulpa tierna con sabor a cerveza. Para chuparse los dedos.
No se deje engañar por el nombre de este plato. Esta obra maestra culinaria polaca tiene poco que ver con nuestros pasteles tradicionales. Además, se pronuncia "perogi" (pierogi) con acento en la segunda sílaba.
En Polonia, los perogy son productos de harina similares a los pierogi. A diferencia de nuestros pierogi tradicionales, los perogy polacos se fríen en una sartén y se sirven espolvoreados con hierbas. Recomendamos probar los perogy rellenos de patatas y cebolla frita.
Cerveza con almíbar
Y ya que hablamos de bebidas alcohólicas, no olvides probar la famosa cerveza con sirope de frambuesa (llamada Piwo Grzane) en Polonia. Se sirve caliente y tiene un sabor muy peculiar. Incluso si no te gusta el alcohol, sin duda deberías probarla. Reserva hoteles en cualquier rincón de Polonia en hoteles.tochka.net
